¿Qué es la crianza respetuosa? Es un término que en los últimos años es muy común en las redes y, esa es una de las razones por la que vamos a hablar sobre él, porque como papás continuamente leemos, vemos y escuchamos información sobre formas de criar, ¿pero de verdad tenemos claro cómo asumir un estilo respetuoso en la crianza? y ¿cuáles son sus beneficios?
La crianza respetuosa es un concepto complejo, no sólo son “técnicas” o maneras de actuar frente a las diferentes situaciones con nuestros hijos. Tampoco se reduce a ver buenos comportamientos como resultado de nuestras acciones como padres y, menos aún, se centra en ser permisivos. Entonces, primero entendamos qué es la crianza respetuosa a través del siguiente ejercicio:
Pregúntate sobre los conceptos que tienes acerca de los bebés y los niños. Por ejemplo, ¿crees que los bebés manipulan con su llanto?, ¿crees que los bebés deben ser independientes desde que nacen?, o, por el contrario, ¿reconoces que el llanto es una forma de comunicarse y los adultos tenemos la tarea de interpretarla?, o por su parte, ¿piensas que la independencia sólo se logra si el bebé confía en su entorno?
Después de reflexionar acerca del concepto que tenemos sobre los niños, podemos llegar a la siguiente conclusión: nuestra manera de criar depende en gran parte de los pensamientos que tenemos sobre lo que son los niños. Entonces, siguiendo con nuestro ejercicio, les proponemos derribar algunos mitos que tiene la sociedad sobre lo que son los niños:
Evitar pensar que los niños son “malos” nos ayudará a comportarnos de forma diferente cada vez que nos enfrentemos a una situación difícil.
Les doy un ejemplo: si mi hijo llora al sentarlo en la silla para comer y yo pienso que es su forma de comunicarse, actuaré de forma consciente sobre las posibilidades que tiene para expresar lo que siente y, de esa manera, seré respetuoso.
Teniendo en cuenta lo anterior, podríamos decir que si queremos construir un estilo de crianza respetuoso, debemos tener claro que el camino implica transformarnos a nosotros mismos, empezando por nuestros pensamientos y así promover comportamientos respetuosos hacia nuestros hijos y los niños en general.
¿Para qué hacer todo este esfuerzo?
- Primero, es un proceso de cambio enriquecedor para cualquier ser humano, entonces vale la pena.
- Segundo, tener relaciones basadas en el respeto genera satisfacción y menos culpa, esta última es muy común en la maternidad y la paternidad.
- Tercero, pero no menos importante, en cada interacción con nuestros hijos, les brindaremos valores.
Es importante resaltar que la crianza respetuosa no nace para hacer niños felices, pues nuestros hijos van a vivir todas sus emociones, ya sea con nosotros, como con su entorno en general. Diciendo esto, la permisividad o también conocida como: “dejarlos hacer lo que quieran”, realmente no tiene relación con la crianza respetuosa, pues lo que buscamos es crear vínculos sanos con nuestros hijos, en los que sean comunes todas las emociones y que se caractericen por la comunicación, el afecto y el respeto.
Desde la ciencia, sabemos que crecer y aprender, se puede hacer a través de los buenos tratos y, a la vez, confirmamos que será un aprendizaje más duradero y sano.
Queremos entonces terminar con la reflexión más valiosa: será más fácil conectarnos con nuestros hijos y crear un vínculo lleno de amor cuando decidimos construir un estilo de crianza respetuoso, ya que nos sentimos mejor con nosotros mismos, tenemos una actitud de aprendizaje para comprender más el mundo de los niños y, finalmente, estamos creando una familia llena de herramientas para afrontar la vida.
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