Cuando el bebé nace su piel, su cuerpo y su cerebro están acostumbrados todavía a la vida dentro del vientre de la madre y su nacimiento conlleva un período de adaptación y ajuste familiar, un poco más extenso de lo esperado. El bebé necesita tiempo para conocer nuevos sonidos, olores, sabores y texturas con los que empieza a relacionarse en su vida. Probablemente, para él o ella no será fácil ajustarse y su única manera de comunicar lo que necesita en sus primeros años de vida será el llanto.

Aunque los estudios demuestran que cada cerebro es tan único como nuestras huellas dactilares, el desarrollo cerebral se da de una manera similar en todos los seres humanos, al momento de nacer el cerebro ya se ha formado y tiene casi todas las neuronas que necesitará para el resto de su vida. En ese sentido, el afecto, el cariño, la compañía y la comprensión serán lo que más necesita para salir adelante en esta etapa.

1. Cuando el bebé esté despierto en la oscuridad prende y apaga las luces para incentivarlo a potenciar sus habilidades, puedes hacer sombras con una linterna en la pared más cercana.

2. Mecerlo será de gran ayuda, recuerda que ha pasado aún más tiempo dentro de tu barriga y necesita adaptarse, poco a poco, a la quietud.

3. Acerca con cuidado al bebé a olores de alimentos que los familiares consuman constantemente y menciona el nombre de la fruta o verdura, así fortalecerás las conexiones neuronales permitiendo que empiece a reconocerlos cuando inicie la alimentación complementaria.

4. Exponer al bebé a temperaturas controladas le permitirá reconocer el frío y el calor, puedes jugar con precaución con hielos en las palmas de las manos y los pies a la hora de la ducha.

5. Rosar texturas lisas y rugosas contra su piel serán de gran motivación para el movimiento.

6. Nombra al bebé desde la puerta y cerca de su cuna, desde el lado derecho y desde el izquierdo, a medida que crece irá buscando con sus ojos el sonido.

7. Utiliza imágenes de contraste blancas, negras y rojas para buscar que mueva los ojos de lado a lado, y de arriba hacia abajo.

8. Cántale canciones y baila con el bebé mientras lo tienes en el pecho, permite que toque tu boca y la pueda mirar fijamente, así fortalecerás su lenguaje.

9. Abrázalo y bríndale afecto ilimitado en todo momento, será la mejor manera de construir un vínculo invisible que durará toda la vida.